Seis arrestados por defraudar más de 100.000 euros a 53 ciudadanos en Zaragoza y Huesca mediante estafas telefónicas.
ZARAGOZA, 10 de enero.
La Guardia Civil ha llevado a cabo una operación conocida como "Ochocientos setenta", que ha resultado en la desarticulación de una organización criminal instalada en Zaragoza. Este grupo delictivo se dedicaba a realizar estafas a través de métodos como el 'phishing', 'vishing' y 'smishing'. En el transcurso de la operación, se han detenido a seis individuos por presuntos delitos de estafa agravada, pertenencia a una organización criminal y blanqueo de capitales. Además, cinco personas más han sido investigadas por su papel como cooperadoras necesarias. Se ha identificado a 53 víctimas, quienes sufrieron un perjuicio económico que supera los 100.000 euros.
La investigación se inició en mayo de 2024, cuando los agentes de la Guardia Civil detectaron una serie de estafas que utilizaban el método 'phishing' dirigido a clientes de una entidad bancaria. A partir de ahí, se comenzó un análisis exhaustivo de las denuncias recibidas, lo que permitió a los investigadores desvelar la existencia de una organización criminal bien estructurada, caracterizada por una jerarquía piramidal y una clara división de roles entre sus miembros. Esta organización operaba desde Zaragoza y utilizaba diversas técnicas apoyadas en las nuevas tecnologías para llevar a cabo sus estafas.
Con la recopilación de pruebas e identificación de los miembros implicados en esta red delictiva, se ejecutaron el pasado mes de diciembre de 2024 un total de cuatro registros en los domicilios de los principales miembros de la organización. De estos registros, tres se realizaron en Zaragoza capital, y uno más en el barrio de La Cartuja Baja.
Los operativos llevaron a la incautación de numerosos dispositivos electrónicos utilizados para perpetrar las estafas, así como teléfonos móviles de alta gama destinados a la venta. Asimismo, se encontraron sustancias estupefacientes que se pretendían introducir en centros penitenciarios, así como armas ilegales y material valioso, incluidas joyas, adquiridas con los fondos obtenidos de las estafas.
Seis individuos fueron arrestados como parte de esta operación, enfrentándose a cargos de estafa agravada, pertenencia a una organización criminal y blanqueo de capitales. A uno de los detenidos se le sumó otro cargo relacionado con la salud pública, específicamente por tráfico de drogas. Además, otras cinco personas se encuentran bajo investigación por su participación como cooperadoras necesarias dentro del entramado delictivo.
Después de comparecer ante la autoridad judicial, se dictó orden de ingreso en el Centro Penitenciario de Zuera para cuatro de los miembros de la red criminal.
Durante la investigación, la Guardia Civil logró identificar a 53 víctimas de esta organización delictiva, de las cuales 51 residen en la provincia de Zaragoza y las otras dos en la de Huesca. El monto total estafado por la organización asciende a más de 100.000 euros.
Las estafas se llevaron a cabo mediante el envío de un mensaje de texto en nombre de la supuesta entidad bancaria, informando al cliente sobre un cargo pendiente de 870 euros. Si el cliente no reconocía dicho cargo, se le indicaba que debía hacer clic en un enlace para proceder con su anulación, lo que lo llevaba a una página web falsa diseñada para robar sus datos de acceso a la banca online, como usuario y contraseña.
Dado que se trataba de un sitio web fraudulentamente creado, el cliente no podía acceder a la página oficial, que permanecía en un proceso de carga. En paralelo, la víctima recibía una llamada desde un número que simulaba ser el de la entidad bancaria real. En esta conversación, el estafador, que ya había conseguido acceder a la web oficial con las credenciales robadas, podía observar todos los movimientos bancarios del afectado. Haciéndose pasar por un empleado legítimo de la entidad, el estafador informaba a la víctima sobre el cargo de 870 euros, llevando a esta a seguir las instrucciones para intentar anularlo.
Para completar el proceso, la víctima recibía un SMS con un código de verificación, lo que le permitía acceder a todos sus trámites de transacciones y compras a través de su cuenta bancaria.
De manera inmediata, el ciberdelincuente realizaba las gestiones necesarias para apropiarse del dinero de las víctimas, bien a través de compras directas de productos tecnológicos, enviando dinero a cajeros automáticos donde un cómplice esperaba para realizar la extracción, o mediante transferencias a cuentas virtuales pertenecientes a otros implicados en la organización que actuaban como "mulas" económicas.
La operación fue ejecutada por agentes del Equipo de Investigación Tecnológica de la Unidad Orgánica de Policía Judicial y el Equipo@ de la Guardia Civil de Zaragoza, con la colaboración de las Unidades de Seguridad Ciudadana de Zaragoza, Huesca y Teruel.
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