En Zaragoza, el Área de Urbanismo presentará una modificación aislada del Plan General de Ordenación Urbana (PGO), la número 221, ante la Comisión correspondiente esta semana. Esta modificación tiene como objetivo flexibilizar las condiciones para transformar antiguos locales sin uso en viviendas.

"Es una herramienta urbanística excelente que abarca todos los barrios de nuestra ciudad y se ajusta a las realidades cambiantes de la vivienda y la escena urbana", señaló Víctor Serrano, consejero de Urbanismo, Infraestructuras, Energía y Vivienda.

Desde marzo de 2021, esta posibilidad urbanística promovida por Serrano ha ido ganando interés, con 84 licencias concedidas que han dado lugar a 120 viviendas. Esto ha permitido eliminar cerca de un centenar de locales vacíos, revitalizando así nuestros barrios y atrayendo nuevos residentes.

En lo que va del año 2024, se han otorgado 16 licencias para la transformación de locales en viviendas, destacando distritos como Delicias y San José. Esta medida busca dar nueva vida a edificios existentes y adaptarse a las cambiantes demandas del mercado y la normativa para mantenerlos en uso.

Tras observar que la normativa aún podía flexibilizarse, los técnicos municipales propusieron una modificación para debatir entre los grupos municipales y someter a exposición pública antes de su integración. Este proceso pretende adaptarse a las nuevas realidades urbanas sin comprometer la protección ante la especulación o la infravivienda.

Las condiciones básicas para permitir estos cambios de uso incluyen la transformación de locales inactivos durante al menos 36 meses, con una altura mínima de 2,5 metros y un área mínima de 45 metros cuadrados. Además, se mantienen requisitos como salidas de humos, ventilación, iluminación exterior y ubicación lejos de las principales vías de la ciudad.

Anteriormente, estaba prohibida la conversión de locales en áreas clave de la ciudad. Ahora, se permitirá en zonas saturadas bajo ciertas condiciones específicas, lo que fomentará el comercio tradicional y los usos residenciales sobre las actividades molestas para la vecindad.

Se establecen listados de calles donde seguirá prohibida la conversión en viviendas, incluyendo zonas como el centro histórico, El Tubo, plazas céntricas y ejes comerciales. Estas medidas buscan equilibrar el desarrollo urbano sin comprometer la convivencia vecinal ni el atractivo comercial de la ciudad.