En la ciudad de Zaragoza, la artista María Rojas llevará a cabo su proyecto titulado 'Palabras que hablan' o 'Palavras ki bu ta fla' a partir de septiembre en la Casa Velázquez de Madrid. Este proyecto explora la fluidez de las lenguas criollas de Cabo Verde y su relación con el elemento vital del agua en el archipiélago.

María Rojas ha sido galardonada con la beca de artes plásticas y visuales Casa Velázquez, otorgada por la Diputación Provincial de Zaragoza, en su primera participación en esta convocatoria. La artista se muestra entusiasmada por la oportunidad de dedicar un año completo a un proyecto, algo que antes no podía hacer al tener que combinar varios trabajos, y por la posibilidad de interactuar con otros creadores.

'Palabras que hablan' tuvo su origen en la isla de Santiago en Cabo Verde, donde María Rojas residió durante varios meses. Allí, la artista se inspiró en las lenguas criollas, en su fluidez y constante evolución, y las relacionó con el agua, otro elemento esencial para la vida en el archipiélago. La capacidad transformadora tanto de las lenguas como del agua es el punto en común entre ambos.

Rojas parte de la fotografía en sus obras, pero de manera instalativa y escultórica, utilizando biomateriales y sonidos, procurando generar la menor cantidad de residuos posible y combinándolo con la imagen digital.

Actualmente, el proyecto se encuentra en una fase conceptual, pero se espera que crezca y evolucione a lo largo del año de residencia en la Casa Velázquez. María Rojas tiene el deseo de exponer su obra en la isla de Santiago, de donde provino la inspiración para el proyecto, y mantener el contacto con las instituciones con las que colaboró durante su estancia en Cabo Verde.

La artista destaca que su obra está fuertemente influenciada por sus experiencias vividas, tal como lo demuestra 'Palabras que hablan' y trabajos anteriores como 'Gelatina Iglós', surgido durante sus cuatro años en Tenerife, centrado en la capacidad humana de transformar los territorios que la rodean.

María Rojas se identifica por utilizar la fotografía como base principal para luego adentrarse en tendencias instalativas y escultóricas, creando así un paisaje "posnatural".