Crónica Aragón.

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La trashumancia: un pilar clave para Aragón en lo económico, medioambiental y cultural

La trashumancia: un pilar clave para Aragón en lo económico, medioambiental y cultural

ZARAGOZA, 17 Dic. - La directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, Gloria Pérez, ha resaltado la importancia de la trashumancia en términos económicos, medioambientales, culturales y paisajísticos. Según Pérez, la declaración de la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad es un reconocimiento de alto nivel para esta actividad arraigada en la comunidad.

La "Trashumancia, desplazamiento estacional de ganado" ha sido incluida este mes en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La candidatura, liderada por España, también reconoce esta forma de pastoreo en Albania, Andorra, Croacia, Francia, Luxemburgo y Rumanía, sumándose al reconocimiento que ya tenía en Austria, Grecia e Italia.

Aragón ya había declarado "La trashumancia en Aragón" como Bien de Interés Cultural en 2011, siendo la primera comunidad autónoma en hacerlo. En 2017, España reconoció esta actividad como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural, según el Departamento de Presidencia, Interior y Cultura.

Varias comunidades autónomas han participado en la candidatura a la UNESCO, siendo la Dirección General de Patrimonio Cultural de Aragón la encargada de liderar las acciones. Desde 2020, han coordinado la participación de diferentes asociaciones y grupos de ganaderos trashumantes aragoneses, así como administraciones y agentes locales con vínculos especiales con esta forma de pastoreo.

En la preparación del expediente, han mostrado su apoyo a la candidatura la Cooperativa y Fundación Casa de Ganaderos de Zaragoza, Nueva Mesta de la Comunidad de Albarracín (Teruel), Mancomunidad Forestal del Valle de Broto (Huesca), Ligallo General de Pastores Trashumantes de Aragón (Teruel), Parque Nacional de Ordesa y Monteperdido (Huesca), Comarca de Sobrarbe (Huesca), Geoparque Mundial UNESCO Sobrarbe-Pirineos (Huesca), el Departamento de Patología Animal de la Universidad de Zaragoza, el Ayuntamiento de Guadalaviar (Teruel) y el Museo de la Trashumancia.

La directora general ha expresado su satisfacción por el trabajo realizado en colaboración con todos ellos y por el reconocimiento de la candidatura. Ha remarcado que la trashumancia no solo tiene un valor social y cultural en Aragón, sino que también juega un papel fundamental en el desarrollo sostenible y en el mantenimiento de los espacios naturales de la región.

La trashumancia se basa en una red de comunicaciones llamadas vías pecuarias, o cabañeras en algunas zonas de Aragón, y ha dado lugar a construcciones auxiliares. Estas vías pecuarias son corredores ecológicos esenciales para la migración, la distribución de especies silvestres y el contacto del ser humano con la naturaleza a través de actividades turísticas y deportivas. Además, su uso por la trashumancia garantiza el acceso público a estas vías.

Esta forma de pastoreo ha generado un patrimonio cultural y etnográfico reflejado en fiestas, tradiciones, toponimia, gastronomía y arquitectura relacionada. También ha transmitido manifestaciones de tradición oral, artesanía y técnicas de pastoreo, así como la ordenación de pastos según el derecho consuetudinario, a medida que ha transitado por diferentes territorios de la península.

Los colectivos actuales asociados a la trashumancia buscan apoyar y fortalecer las relaciones profesionales entre sus miembros, defender los intereses del colectivo, revalorizar el oficio de pastor trashumante y preservar el patrimonio cultural, material e inmaterial de la tradición pastoral.

La trashumancia implica el traslado de ganado en busca de pastos guiados por pastores y ganaderos, y es una forma de vida dentro de una economía de subsistencia tradicional en la que la interacción entre el ser humano y la naturaleza es completa. Los recorridos se realizan por caminos dedicados exclusivamente al ganado trashumante, conocidos como "cabañeras" en Aragón.

En Aragón, esta forma de pastoreo afecta profundamente todos los aspectos de la vida de los ganaderos, pastores y sus familias, y se realiza en diferentes niveles de estancia temporal, desde corta hasta larga duración. Además, las actividades de cuidado del ganado, como el esquileo y la búsqueda de pastos de verano e invierno, están reguladas de acuerdo con el ciclo estacional anual y diario.

En la actualidad, la mayoría de los pastores trashumantes son ganaderos independientes y propietarios del ganado que trasladan. Se asocian con otros pastores locales para realizar las rutas de forma conjunta, contando con vehículos y personal de apoyo.

En Aragón, existen diversas iniciativas para preservar esta actividad, como escuelas de pastoreo, museos, centros de interpretación, publicaciones, congresos y encuentros científicos, así como acciones de señalización y adecuación de vías pecuarias para promover su conocimiento como rutas y senderos turísticos.