• sábado 1 de abril del 2023
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La Guardia Civil libera a seis mujeres víctimas de explotación sexual en un local del vecindario de Garrapinillos (Zaragoza)

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ZARAGOZA, 4 Feb.

La Guardia Civil, en el contexto de la operación 'Madonis', ha liberado a seis mujeres víctimas de explotación sexual en un local situado en el vecindario zaragocí de Garrapinillos. Asimismo, se ha procedido a la detención de 2 personas, y posterior ingreso en prisión, y se inspecciona a una tercera como presuntas causantes de los hechos.

La investigación se inició en el mes de junio de 2022, en el momento en que la Guardia Civil efectuó entre las inspecciones rutinarias en este local, donde se ejercita la prostitución, todo ello enmarcado en una directiva relativa a actuaciones contra la trata de humanos. Durante exactamente la misma, los agentes observaron que las tres mujeres que trabajaban allí, adjuntado con otra que desempeñaba funcionalidades de responsable, se presentaron muy inquietas.

Las cuestiones efectuadas por la Benemérita a las trabajadoras las respondía en su mayor parte la presunta responsable, controlando por su parte las expresiones de las usadas, conforme han correcto desde el Instituto Armado.

Ante estos sucesos, se procedió a entrevistar a las mujeres individualmente y se comprobó que exactamente las mismas fueron trasladadas de forma directa al local en el vecindario zaragocí "para explotarlas sexualmente". Además, las tres víctimas, quienes solamente salían del lugar, presentaban números correlativos en sus pasaportes y misma fecha de entrada en este país, estando todas y cada una ellas en situación irregular.

Desde Guardia Civil han remarcado que entre las mujeres se encontraba enferma "y muy desmejorada", siendo obligada a trabajar pese a su condición. Así, se inició una investigación donde se puso de manifiesto que tenía que ver con un caso de explotación sexual por la parte del responsable del local, adjuntado con su pareja sentimental, que desempeñaba las funcionalidades de 'madame', con la colaboración de una mujer en Sudamérica, que sería la responsable de hallar a las futuras víctimas.

El 'modus operandi' de esta red consistía en capturar a chicas extranjeras en sus países de origen. Para ello, una mujer relacionada con la encargada del local de Garrapinillos ofertaba a chicas jóvenes viajar a España para trabajar como camareras de bar o como 'scort', asegurando que ganarían dinero y estarían bien cuidadas.

Estas mujeres, atacables por su coyuntura económica en su país no podían costearse el gasto del viaje a España, con lo que la red les facilitaba los billetes de vuelo hasta Madrid, trámites de los pasaportes, hospedajes de hotel y dinero de conservación. Igualmente, se les instruía sobre qué debían decir en los controles de los aeropuertos, como que su viaje era de turismo, que tenían reserva de hotel e inclusive que habían efectuado estudios en su país de origen.

Al llegar a España, o eran agarradas en nuestro campo de aviación o, tras coger un autobús a Zaragoza el dueño del lugar de Garrapinilos las transfería de manera directa a dicho local, donde aguardaba su pareja para informarles exactamente en qué iba a radicar su trabajo real en España.

Por otra sección, se les señalaba la deuda que habían contraído con los causantes de la red, que fluctuaba entre 1.800 y 3.000 euros, con lo que todos y cada uno de los trabajos completados serían cobrados íntegramente por la responsable del local hasta saldar el pago. También les alertaban de que su hospedaje sería nuestro local y no podían escapar del mismo sin permiso ni tener relaciones con personas ajenas.

En este contexto, las víctimas no tenían otra salida que ejercer la prostitución para abonar la deuda económica. Según han popular los estudiosos, la responsable del local les apuntaba de manera continua que, al estar en situación irregular, si realizaban salidas y les identificaban serían deportadas.

Los causantes de la organización contaban con cuestiones de inseguridad para supervisar todo cuanto ocurriera, como cámaras de seguridad, un perro de raza dañina para almacenar el inmueble, o el traslado de las chicas por los propios pertenecientes de la red, estando en todo momento acompañadas por ellos.

Tras un registro del local de Garrapinillos se detuvo a los 2 supuestos causantes de la red --dueño del local y la 'madame'--, a quienes se imputan delitos de pertenencia a organización criminal para la trata de humanos con fines de explotación sexual y favorecimiento de la inmigración irregular.

Durante la investigación se ha preciso que la única finalidad de esta red era conseguir provecho económicos, no preocupándose por la salud ni seguridad de sus usadas, a las que forzaban a trabajar aun estando enfermas y eran aleccionadas al consumo de drogas si los clientes del servicio se lo solicitaban o a que no se defendieran frente algún género de agresión por la parte de los clientes del servicio.

Las seis mujeres liberadas están hoy en dia en organizaciónes no gubernamentales; al tiempo que los detenidos han ingresado en prisión. La tercera persona, que fué investigada, radica en un país de Sudamérica y se le inspecciona por exactamente los mismos delitos. La operación fué llevada a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Zaragoza.

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