• lunes 20 de marzo del 2023
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España tiene 28 millones de hectáreas forestales, pero solo el 20% tiene instrumentos para su buena administración

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ZARAGOZA, 28 Ene.

España tiene 28 millones de hectáreas de área forestal --el 37 por ciento arbolado-- y del total solo el 20,3 por ciento tiene instrumentos de planificación aprobados, "que significa asimismo que está bien gestionada".

Así lo ha expuesto la directiva general de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, María Jesús Rodríguez de Sancho, que participó esta semana, en Zaragoza, en el foro de discusión 'El desafío de los incendios forestales. Impactos en el territorio', ordenado por el Gobierno de Aragón y la Fundación Felipe González.

Rodríguez ha detallado que el 72 por ciento de la propiedad forestal es privada, --individual o colectiva-- y el 60 por ciento de particulares, una distribución "que no se tuvo bastante presente" y donde habría que "poner el foco".

El otro 28 por ciento es de titularidad pública --mucho más del 20 por ciento de municipios--. El 43,9 por ciento de la área de propiedad pública tiene instrumentos de planificación aprobados y el 11,7% de los privados, con una media del 20,3 por ciento.

"Disponemos un margen de optimización esencial", ha constatado la directiva general, que ha aportado el apunte de que desde la última estrategia forestal --que data de 1999-- ha incrementado en 1,5 millones de hectáreas la área forestal "y hay una progresión incesante de la área forestal arbolada", que no es buena nueva "sino más bien no está bien gestionada".

Rodríguez asimismo ha señalado que se tiene 11 millones de hectáreas forestales con algún género de figura de protección, al paso que 16 millones no tienen ninguna, de forma que el 40 por ciento de la área forestal de españa está cuidada.

La directiva general ha recordado que la Estrategia Forestal Española Horizonte 2050 se aprobó en el Consejo de Ministros el pasado 27 de diciembre y se ha anunciado en el Boletín Oficial del Estado como un real decreto, que tiene como anexo la Estrategia Forestal Española y el Plan Forestal Español.

La previo Estrategia Forestal Española se publicó en 1999 y desde ese momento no se había inspeccionado, como tampoco el Plan Forestal Español, aprobado en 2002. Ambas desean sentar los principios de una administración sostenible, que tenga presente la multifuncionalidad de los bosques, el promuevo de la producción como una vía primordial para esa administración y la creación de empleo y avance del medio rural, ha enumerado.

El propósito es hallar montes "gestionados, bien preservados, mucho más resilientes en oposición al cambio climático, protegidos de las amenazas primordiales --abandono forestal, plagas, incendios, patologías--, que faciliten los recursos y servicios precisos para nuestro confort y para hacer viable que la economía comience una precisa transición ecológica", ha continuado la directiva general.

Rodríguez ha esgrimido que la sociedad cada vez es mucho más demandante respecto a los bosques y los servicios ecosistémicos que muestran, pero asimismo debe admitir esos valores "y, de alguna forma, recompensarlos".

Ha expuesto que las misiones para 2050 tienen dentro el aumento de la área forestal organizada, llegando al 50 por ciento en los montes privados; el promuevo de sistemas agroforestales y regeneración de Dehesas; el aumento del porcentaje de los hábitats forestales de interés comunitario en buen estado de conservación; y que los incendios se reduzcan en relación su afección a la área.

Otro propósito es conseguir un mayor porcentaje de la inversión en prevención de incendios y no tanto en la extinción, "bien difícil de cumplir" pues "es muy difícil" argumentar a la sociedad la disminución de la inversión en la mitad de extinción y asimismo lo es acrecentar las dotaciones presupuestarias "que nos dejaran equilibrar algo mucho más" lo designado a tareas de prevención y administración forestal, "cuando menos a nivel del Estado".

Otro propósito para 2050 es subir el porcentaje del ámbito forestal en el PIB hasta el uno por ciento y que la inversión forestal llegue a los cien euros por hectárea y año.

En el ámbito de la conservación y optimización del patrimonio natural, la biodiversidad y la conectividad, la directiva general ha amado reseñar que la optimización de la conservación de los ecosistemas forestales "no es siempre homónimo de no intervención y eso está clarísimo en nuestra directiva Hábitats".

Cada espacio protegido necesita un plan de administración, donde "se tienen la posibilidad de integrar medidas que sirvan para el cuidado o, en su caso, el restablecimiento de los valores que llevaron a su reconocimiento y a su declaración como espacio digno de ser protegido".

Rodríguez se ha referido a los Recursos Genéticos Forestales "fundamentales para asegurar una resiliencia en oposición al cambio climático" y en este contexto se propuso un plan de españa para la conservación y la utilización sostenible de exactamente los mismos y desarrollar un proyecto estatal de optimización genética forestal y un Plan Nacional de Conservación de Recursos Genéticos Forestales.

En el ámbito de la protección y adaptación de los montes frente al cambio climático, ha citado el propósito de aumentar la fijación de carbono, con el incremento no tanto de la área arbolada, como de la administración forestal, tal como la implementación de la Estrategia Nacional de Lucha contra la Desertificación.

Sobre los incendios, Rodríguez ha sostenido que el número de enormes y graves muy incendios de este verano fué colosal, situación que es muy posible "que se reproduzca" más adelante "según los niveles de cambio climático previstos".

"Se asigna al abandono de la administración", y es una causa, pero esta transporta "décadas produciéndose", con lo que concluyeron que fué la confluencia de múltiples elementos lo que llevó a esta situación, como haber sufrido un año increíblemente caluroso y entre los mucho más secos.

En materia de bioeconomía forestal, ha citado la apuesta para una transición hacia una economía mucho más respetuosa con el medio ambiente, pero asimismo la movilización de elementos y el avance social y económico del ámbito forestal, beneficiar el pastoralismo y la trashumancia y compatibilizar la utilización turístico, tal como el aprovechamiento sostenible de los elementos maderables, un impulso al aprovechamiento de la biomasa forestal y de los artículos forestales no maderables y de los ámbitos socios.

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