El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Huesca ha tomado la iniciativa de requerir al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) que proporcione a la comunidad aragonesa la documentación que se le solicitó sobre las pinturas murales de Sijena, la cual hasta ahora no ha sido suministrada. En este contexto, la juez ha establecido un plazo de quince días, subrayando la importancia de que Aragón obtenga la información que demanda para el cumplimiento de la sentencia correspondiente.
Pedro Olloqui, director general de Cultura del Gobierno de Aragón, ha afirmado que esta resolución judicial es un paso firme en la defensa de los derechos culturales de los ciudadanos aragoneses. Olloqui ha destacado que el papel del sistema judicial es crucial para asegurar que el MNAC cumpla con las decisiones tomadas por los tribunales, en este caso, con el regreso de las pinturas a su lugar de origen.
El proceso de repatriación de las obras al Monasterio de Sijena implica ciertas obligaciones, una de ellas es la entrega de la documentación solicitada. Según la resolución reciente, se reafirma la necesidad de que el MNAC colabore efectivamente en el cumplimiento de la sentencia que favorece a Aragón.
Desde su ingreso en el MNAC, el Gobierno de Aragón ha reiterado la necesidad de acceder a documentación, tanto escrita como gráfica, que detalle las inspecciones realizadas a las pinturas de la sala capitular y las pinturas profanas. Se entiende que, dada la fragilidad de estas obras, se debería haber llevado a cabo un seguimiento constante, registrando su estado y cualquier incidente relevante.
Recientemente, el MNAC manifestó, en un documento entregado al juzgado, que sus equipos realizan revisiones regularmente en ambas superficies de las pinturas. Con base en esta afirmación, se requiere que se entregue toda la información pertinente. Además, se pide acceder a datos sobre incidencias que hayan podido ocurrir desde que las obras están expuestas, incluyendo hallazgos extraños y condiciones adversas relacionadas con su conservación.
Asimismo, la solicitud incluye un análisis exhaustivo de intervenciones pasadas, ya sean de pequeño o gran calado, que se hayan realizado sobre las pinturas. Esto abarca desde el mantenimiento de las reintegraciones de la década de 1980 hasta posibles tratamientos realizados a lo largo de los años.
Se menciona también una intervención específica realizada por el Centre de Restauració i Conservació Preventiva en 1993, justo antes de un montaje expositivo. Esta información es crucial para entender el proceso de conservación de las obras en el MNAC y su estado actual.
Los requerimientos se extienden a la entrega de documentación gráfica que muestre las condiciones de las superficies de las pinturas, así como información sobre los métodos utilizados para obtener dichas imágenes. Esto incluye cualquier estudio que se haya realizado para evaluar la eficacia de ciertos tratamientos aplicados a las obras.
Además, se solicita un seguimiento documental de cada movimiento de las pinturas en el museo, así como los resultados de análisis de muestras tomadas con anterioridad. La transparencia en estos interrogantes es esencial para garantizar la integridad de las obras artísticas y su correcta exposición.
El director general de Cultura también ha reflexionado sobre la reciente celebración de eventos culturales en el MNAC, señalando que, aunque estas actividades son enriquecedoras, su realización podría poner en riesgo las obras si realmente están en un estado frágil, como sostiene el museo. Esta paradoja plantea preguntas sobre la verdadera condición de las pinturas.
Finalmente, Olloqui ha instado a las instituciones a respetar las resoluciones judiciales y devolver las pinturas al Monasterio de Sijena, sugiriendo que la percepción del estado de las obras podría estar distorsionada por el MNAC para eludir dichas obligaciones.
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