Crónica Aragón.

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El Huerva se beneficiará de aportes sedimentarios para su recuperación.

El Huerva se beneficiará de aportes sedimentarios para su recuperación.

En un esfuerzo por revitalizar el ecosistema del río Huerva, el Ayuntamiento de Zaragoza, mediante la sociedad municipal Ecociudad, ha iniciado labores de topografía en el fondo del río utilizando un equipo de batimetría instalado en una canoa. Esta fase de mapeo, que también ha abarcado las orillas del río, es crucial para llevar a cabo futuras intervenciones destinadas a la recuperación de la estructura del cauce, como parte de un ambicioso proyecto enfocado en mejorar la biodiversidad de la zona. Se busca, entre otros objetivos, promover la llegada de sedimentos y realizar un seguimiento de los arrastres con el fin de ayudar al río en su recuperación natural.

En la actualidad, el lecho del Huerva ha sufrido significativos cambios que han impactado su salud ecológica. El cauce, en su estado actual, carece de los sedimentos necesarios que permitirían mantener un equilibrio biológico adecuado. La erosión causada por la corriente del agua ha agravado la situación, debilitando las márgenes del río y exponiendo las raíces de la vegetación. Este deterioro, a su vez, compromete la estabilidad de los árboles que bordean el cauce, lo que plantea serias preocupaciones sobre la integridad del ecosistema ribereño.

Como respuesta a esta problemática, se prevé que en las próximas semanas se empiecen a extender sedimentos de manera controlada en las orillas del Huerva, específicamente en las cercanías de los antiguos viveros de Sopesens, todo ello en colaboración con la Confederación Hidrográfica del Ebro. Esta intervención inicial proporcionará datos valiosos sobre el comportamiento de los nuevos materiales introducidos, lo que permitirá planificar de manera más efectiva las siguientes fases del proyecto.

Para llevar a cabo esta tarea, se instalará un cordón de gravas de variados tamaños que se extenderá a lo largo de 60 metros en la orilla del río. El objetivo de esta estrategia es que el agua, a medida que fluya, lave y arrastre progresivamente estos materiales, depositándolos en diferentes áreas del cauce, dependiendo del caudal del río en cada momento.

Además, parte de estas gravas llevarán marcas para facilitar un seguimiento del movimiento en las zonas de arrastre y comprender mejor dónde terminan esos sedimentos. Esta información será esencial para optimizar los futuros aportes de sedimentos que se realizarán en el río Huerva.

Se espera que, tras estos trabajos, las gravas se dispongan libremente a lo largo del cauce, formando islas naturales que ofrecerán espacios ideales para la nidificación y protección de diversas aves. Esta iniciativa ayudará también a fortalecer los laterales del río, promoviendo así un crecimiento y una estabilización efectiva de la vegetación ribereña.

Para poder proceder con la extensión de gravas en la zona de los antiguos viveros Sopesens, se contempla la retirada de parte de la vegetación existente a la orilla, que está compuesta mayoritariamente por especies invasoras como los ailantos y los aligustres de China. Este paso es fundamental para garantizar el éxito del proyecto y permitir una restauración adecuada del ecosistema del Huerva.

La financiación de estas obras, que buscan mejorar la biodiversidad a través de la restauraicón paisajística e hidromorfológica del entorno del río Huerva, proviene de diversas entidades. Cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza, del Gobierno de Aragón y de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) como parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), cuya financiación está respaldada por la Unión Europea y NextGenerationEU.