Crónica Aragón.

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El comité de Stellantis Figueruelas destaca que la nueva gigafactoría es un reconocimiento al esfuerzo de la planta.

El comité de Stellantis Figueruelas destaca que la nueva gigafactoría es un reconocimiento al esfuerzo de la planta.

ZARAGOZA, 10 de diciembre. En una notable noticia para la industria automovilística española, Rubén Alonso, presidente del comité de empresa de Stellantis en Figueruelas, ha expresado su satisfacción por el reciente anuncio de una inversión de 4.100 millones de euros destinada a la construcción de una impresionante gigafactoría de baterías de fosfato de hierro y litio (LFP) en Zaragoza. Según Alonso, esta inversión es un reflejo del "gran trabajo" realizado en la planta que ha sido clave para el desarrollo de nuevos proyectos en la región.

Alonso realizó estas declaraciones el pasado martes, en un encuentro con Europa Press, tras la revelación de la creación de una 'joint venture' entre Stellantis y el fabricante chino CATL, que tiene como objetivo impulsar esta innovadora gigafactoría en la planta zaragozana. Este acuerdo representa un paso significativo hacia el fortalecimiento del sector de las energías renovables y la movilidad sostenible en España.

La nueva instalación está prevista para comenzar su producción a finales de 2026 y se estima que tendrá una capacidad de hasta 50 gigavatios/hora (GWh). Este impresionante proyecto no solo busca satisfacer la creciente demanda de baterías, sino que también está diseñado para ser completamente neutro en carbono, lo que subraya el compromiso de Stellantis con la sostenibilidad y el medio ambiente.

La 'joint venture', que se conforma en un 50% entre CATL y Stellantis, permitirá a la compañía automovilística ampliar su oferta de LFP en Europa. Esto se traduce en la posibilidad de que Stellantis ofrezca una gama más amplia de turismos, crossovers y SUV eléctricos de batería, todos ellos de alta calidad, duraderos y asequibles, específicamente en los segmentos B y C del mercado.

Rubén Alonso enfatizó la importancia de esta noticia, afirmando que reconoce el arduo trabajo llevado a cabo en la planta a lo largo de los años. "Esta noticia pone en valor el gran trabajo que siempre se ha hecho en esta planta, tanto en las negociaciones como en el compromiso del comité que ha estado siempre a la altura", destacó. Añadió que esta inversión "afianza a nuestro sector, a nuestras fábricas y a la automoción en general", un mensaje positivo para todos los involucrados.

Aunque Stellantis no ha proporcionado cifras concretas sobre los nuevos puestos de trabajo que se crearán con esta inversión, Alonso manifestó su optimismo: "De momento, no tenemos ninguna estimación, pero esperamos que sean los máximos posibles". Este tipo de inversión es siempre motivo de celebración, especialmente cuando se trata de la planta de Figueruelas y el sector automovilístico en Aragón, que continúa en crecimiento.

Fuentes internas de la compañía han resaltado que esta inversión en Zaragoza es de las "más importantes" en la historia de Stellantis en España. La operación, que aún debe recibir la aprobación de las autoridades reguladoras, está programada para ser completada a lo largo del año 2025, lo que marca un hito para la industria local.

Además, en 2023, el grupo CATL firmó un acuerdo inicial con Stellantis para el suministro de baterías, abriendo la puerta a posibles inversiones conjuntas en su fabricación. Recientemente, en octubre, el Ministerio de Industria aprobó una concesión de 133 millones de euros para Stellantis Figueruelas, como parte de la línea A de baterías del Perte VEC III, lo que se suma a otros 14 millones de euros otorgados bajo el Perte de Descarbonización Industrial.

Por otro lado, es importante destacar que, hasta la fecha, Stellantis ha acumulado cerca de 300 millones de euros en financiación a través de convocatorias del Perte VEC, destinado a la reconversión de la planta de Figueruelas, entre otros proyectos significativos. Con estas cifras, queda claro que la empresa está en una senda de crecimiento robusta y sostenible.

En la actualidad, CATL opera dos plantas en Europa, ubicadas en Alemania y Hungría, y con la implementación de esta nueva fábrica en España se espera "mejorar sus capacidades" para satisfacer la creciente demanda de baterías en el sector automotriz. Este desarrollo no solo promete impulsar la producción local, sino también posicionar a España como un jugador clave en la industria de la movilidad eléctrica en el continente europeo.