• martes 28 de marzo del 2023
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El color y la luz de la pintura de Isabel Garmon anegan la salón Juana Francés de la Casa de la Mujer, en Zaragoza

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ZARAGOZA, 2 Mar.

La salón Juana Francés, situada en la Casa de la Mujer, ligado del Ayuntamiento de Zaragoza, ofrece un viaje mediante la luz y el color en la exposición estructurada con ocasión del Día Internacional de la Mujer este 8 de marzo que firma la artista Isabel Garmon.

Una exhibe grande, con 19 proyectos en suma, interpretada por figuras femeninas que se va a poder ver en la Casa de la Mujer hasta el próximo 19 de mayo y que pertenece a la programación impulsada por el Servicio de Igualdad para mentalizar a la ciudadanía y seguir hacia una igualdad real.

Para la pintora Isabel Garmon (Zaragoza, 1985) la luz es el "ingrediente primordial de la vida", tanto que tiene una predominación definitiva en su obra. Con esta idea, su exhibe, que introduce al espectador/a en una explosión radiante y cromática, no podía nombrarse de otra manera: 'El tono de la luz', ya que ahí está la esencia de exactamente la misma.

"Desde el comienzo, tenía claro que la luz y el color son 2 elementos que me representan completamente, siempre y en todo momento me he definido así, como un individuo de luz y de color, y pienso que eso se puede ver en el grupo de las proyectos", aseguró Garmon, en la presentación de la exposición que hizo este jueves la concejal de Igualdad, María Antoñanzas.

Durante el paseo, se atisba la evolución de la artista como pintora, ya que cada obra está efectuada "en un instante preciso", más allá de que todas y cada una tienen exactamente el mismo denominador común.

"Siempre y en todo momento está la luz, todo está compuesto de luz, la luz es el ingrediente de todo. Me semeja asombroso de qué forma, por medio de la luz, tenemos la posibilidad de conducir la pintura o la escena de la forma que deseamos, como sucede en el teatro, que en función de de qué manera pongan los focos tendrás una experiencia u otra. Yo pienso del mismo modo en el momento en que hago un trabajo pictórico. Pienso de qué forma voy a poner el foco primordial y de qué manera voy a manejarlo en la escena", expresó.

Las mujeres eminentemente son las personajes principales de esta exposición y, prácticamente, del grupo de su obra. Son figuras femeninas que representan a la raza humana, ubicadas con poses donde las manos efectúan acciones, frecuentemente llevan elementos o están posicionadas con un ademán que estimula en la composición.

"Por el hecho de que soy mujer, y es con la mujer con la que me siento enlazada y de la que mejor puedo charlar. Sí que tengo claro que empleo la representación femenina para charlar del poder humano", responde.

De estas pinturas, Garmon resalta ciertas de los elementos que capturan al espectador, como es la mirada o las manos, que son los mucho más expresivos y donde centra el foco, o el pelo al viento, reflejando que son "guerreras", para ofrecer paso a una indumentaria que se funde con el paisaje. Los complementos que llevan apoyan la crónica de la obra, que hace aparición solo "cuando está concluida", indicó.

La cantidad considerable de proyectos expuestas en la salón sorprenden al espectador, en suma son 19, si bien ella admite que no posee esa sensación ya que está habituada a trabajar cercada de un sinfín de pinturas.

"En el momento en que voy a una exposición, me agrada que haya contenido. Aquí el espectador tendrá un prominente nivel de diversión pues hay un
buen número de obra y muy dispar", ha precisado.

En esta situación, las proyectos no van acompañadas por un artículo explicativo, tan solo con un título por el hecho de que Garmon cree que deben charlar por sí mismas, y que es el espectador quien establece una conexión con ellas.

"Creo en el arte que no requiere ser explicado, para mí eso es algo fundamental. Al ingresar en la salón, puedes tener una pequeña charla con todas las piezas, cada una tiene un hilo común que es el color y la figura, pero en el final cada una cuenta una historia", ha manifestado.

A detallar este vínculo, asisten los bancos puestos en la salón para lograr gozarla en un instante satisfactorio, de reposo, sin prisas y con comodidad. "Pienso que contribuye calidez a la salón", ha recalcado.

No llevan artículo explicativo, pero las proyectos sí están enmarcadas, y nuestro marco es un factor esencial en exactamente la misma. "Una vez me ha dicho un enmarcador que una enorme obra con un mal marco se puede venir abajo completamente y una muy, muy mala obra con un óptimo marco sube".

Para ella, en el momento en que se enmarca la obra, esta se "asienta", es como "si acabara siendo, se formaliza, y me agrada bastante esa sensación".
La exposición se va a poder ver hasta el próximo 19 de mayo en la Casa de la Mujer. Se puede preguntar el resto de la programación del 8-M en la página web 'https://www.zaragoza.es/sede/portal/servicios-sociales/mujer...'.

Isabel Garmon (Zaragoza, 1985) es una pintora figurativa de corte impresionista y simbolista cuyo propósito es hacer mundos de luz y color a fin de que la multitud logre gozarlos y recrearse mediante ellos.

Se halla inmersa en la iniciativa de de qué manera cada obra es un paso hacia adelante, donde hacer una exclusiva vida para ser disfrutada, alentando a la charla con el espectador sobre qué deseará simbolizar en su obra y por qué razón la utilización de esa paleta de color.

Isabel siente que es un alma intranquiliza y que siempre y en todo momento debe de estar creando, explorando nuevos materiales y idiomas de expresión. Su paseo formativo es verdaderamente extenso, dándole de esta manera conocimiento técnico para lograr trabajar desde su imaginación que parece ser es bastante sin limites.

Realiza estudios en su localidad natal, Zaragoza, de diseño gráfico y después brinca a la ciudad más importante madrileña a reforzar estudios en el campo de la ilustración en la Escuela Superior de Dibujo Profesional.

Durante su tiempo en Madrid lúcida todo su capacidad como dibujanta y halla su auténtica admiración en el dibujo de la figura humana del natural en las clases de anatomía. Es allí donde conocería a su futura profesora de dibujo y pintura académica, asistiendo a las clases que daba en su estudio privado, habiendo de esta forma descubierto su enorme vocación, ser pintora.

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