ZARAGOZA, 4 Feb.

Agentes del Grupo de Delitos Tecnológicos de Zaragoza de la Policía Nacional han detenido a un joven de 18 años como presunto creador de múltiples delitos de corrupción de menores, tenencia y distribución de pornografía infantil y explotación sexual de menores mediante internet. Se trata del primer detenido por un delito en el planeta del 'metaverso' y se ha producido en el contexto de la 'Operación Suzaku'.

La investigación, empezó en el mes de mayo de 2022, en el momento en que unos progenitores denunciaron que su hija, de 11 años, había sido engañada, mediante una app en línea, para remitir fotografías y vídeos de carácter sexual explícito a otro usuario de esa app. El ambiente en el que se realizaron los hechos delatados era una app libre para los S.O. Android y también iOS de reciente aparición en el mercado.

Esta aplicación está centrada en la creación de comunidades de clientes apasionados en el 'metaverso' y se ha haciendo conocido velozmente entre menores, mediante otras apps mucho más conocidas como Tik Tok o Youtube, han correcto desde la Dirección General de la Policía por medio de una publicación oficial.

Efectivos policiales encargados de la investigación colocaron al usuario con el que al víctima interactuó en España, aparte de saber que llevaba a cabo una intensa actividad de chat con varias cuentas usadas por menores, para lo que había desarrollado un perfil bajo la presunta identidad de una chavala de 19 años con intereses bisexuales, desarrollado para atraer la atención y ganarse la seguridad de chicas menores de edad.

Entablaba contacto con varias menores siguiendo el esquema propio de actuación de los criminales pedófilos --'child groomers'--. Tras ganarse la seguridad de las pequeñas, conseguía que le remitieran fotografías y vídeos de carácter sexual, haciendo con ellas intercambios de este material, para lo que usaba ficheros logrados por su parte de otras víctimas, que mandaba como propios.

El presunto creador es un joven habitante en la provincia de Madrid y sin antecedentes policiales anteriores, según reveló la investigación técnica. El Juzgado de Instrucción 4 de Zaragoza se hizo cargo del caos, el que una vez conseguidas las pruebas de la implicación en los hechos denunciados del investigado autorizó la práctica de un registro en su residencia familiar.

Se aprendieron, para su análisis posterior, un disco duro de adentro de 1 TB de aptitud y el terminal telefónico que usaba para su actividad delictiva y donde guardaba el material gráfico conseguido de la menor denunciante, aparte de ficheros de otras menores.

Asimismo, se intervino judicialmente la cuenta usada para la comisión de los hechos delictivos, realizándose un análisis preliminar de exactamente la misma en el que se advirtió veinta chats con pequeñas menores en los que el joven pedía y remitía fotografías y vídeos de carácter sexual explícito.

Puesto que el detenido tenía 17 años al instante de cometer los hechos denunciados, la Fiscalía de Menores de Madrid dispuso que terminados los trámites policiales de detención fuera puesto en independencia.