• martes 21 de marzo del 2023
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Desarticulada la organización mucho más enfocada y activa dedicada al tráfico de cocaína en Zaragoza

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Se intervienen 2,5 kilos de cocaína y 78.675 euros en efectivo

ZARAGOZA, 16 Jun.

Agentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón han detenido a trece personas, de entre 25 y 61 años, como presuntas causantes de un delito de tráfico de drogas y pertenencia a conjunto criminal, quedando de esta manera desarticulada la organización mucho más enfocada y activa dedicada al tráfico de cocaína en la localidad de Zaragoza, en la llamada Operación 'Gomitas'.

Las pesquisas han comenzado a fines del mes de diciembre de 2021, al advertir que un sujeto, de procedencia colombiana, se encontraba proveyendo considerable suma de substancia estupefaciente entre sus múltiples clientes del servicio por la región del vecindario de San José, informó la Jefatura Superior de Policía de Aragón en una publicación oficial.

La investigación, que duró siete meses, gracias a la composición empresarial de la organización, con un "claro reparto de tareas", dejó saber que esta persona pertenecía a una organización compuesta por múltiples individuos que se dedicaban a repartir dosis de cocaína, marcadas con gomitas de colores, que determinaban la calidad y pureza, a considerable suma de usuarios.

Los agentes del Grupo Segundo de Estupefacientes de la Brigada Regional de Policía Judicial lograron saber el papel que desempeñaba todos los integrantes de esta organización con perfección jerarquizada.

En el último eslabón, estaban los llamados obreros o peones, distribuidores finales de esta substancia estupefaciente, y, por arriba, los reponedores y recaudadores. Por último, se encontraba el máximo responsable de la organización, que era quien las órdenes y visto bueno sobre cualquier aspecto relacionado con la actividad ilegal.

El papel que desempeñaba el máximo responsable llamó la atención de los estudiosos por la manera en la que dirigía la organización, o sea, la controlaba tal y como si fuera una compañía, donde él era el jefe, los reponedores y recaudadores, los encargados, y los distribuidores finales, los obreros o peones.

Asimismo, la gente que se dedicaban en venta de la cocaína a los clientes del servicio contaban cada uno con su 'oficina', situada en un trastero, donde recibían la sustancia y todos los días debían poner el dinero conseguido, que era recogido por su parte, por otro integrante diferente de la organización.

La Policía explicó asimismo que disponían de un horario fijo y férreamente controlado, que empezaban a las 11.00 horas y finalizaban a las 20.00 horas, los siete días de la semana. También tenían días de libranza, de tal forma que siempre y en todo momento estuviese cubierta la provisión de la sustancia para sus clientes del servicio.

Es decir, cada integrante de la organización tenía su clientela y en el momento en que éste descansaba otro integrante se ocupaba de abastecer a esos usuarios. Además, como un comercial mucho más de cualquier compañía legal, recibían un 'salario' a fin de mes, según las ventas efectuadas.

La Jefatura Superior de Policía de Aragón ha detallado que cada 'oficina' tenía asignada una región de la región para llegar a un mayor número de usuarios. Estos 'comerciales' se desplazaban en patinetes, motos y turismos para efectuar las ventas y hallar mucho más clientela.

Todas las mañanas, entre los integrantes de la organización depositaba la sustancia en todos los cuartos trasteros. A las 11.00 horas, cada vendedor que estaba activo esa mañana iba a agarrar la sustancia y empezaba sus ventas. A las 20.00 horas, volvían a los cuartos trasteros a dejar el dinero logrado y minutos después era recogido por otro integrante de la organización.

Cualquier vicisitud o imprevisto había de ser autorizado por el máximo responsable de la organización, puesto que era él el que organizaba quién debía librar, quien restituía la sustancia en los cuartos trasteros, quién recogía el dinero, de qué manera se intercambiaban los teléfonos para entrar en contacto con sus clientes del servicio, de qué manera debían manejar la sustancia para su corte y preparación en dosis, y asimismo se ocupaba de hallar la sustancia de fuera de Zaragoza.

Los agentes, con la colaboración de gobernantes del Grupo Primero de Crimen Organizado de la Comisaría General de Policía Judicial, lograron conocer que la cocaína procedía de Madrid y que la gente que la traían lo hacían de forma esconde en sus automóviles.

Se hicieron cinco registros domiciliarios y cinco cuartos trasteros en Zaragoza y una casa en Madrid. En ellos, se intervino cantidad considerable de cocaína dispuesta para su venta en gramos, en bolsas cerradas con gomitas de distintas colores, basculas de precisión, máquina para contar billetes, cantidad considerable de dinero en efectivo, cuadernos de contabilidad y agendas con listados de clientes del servicio, con mucho más de 600 nombres y teléfonos.

En preciso, los efectos intervenidos fueron 2,5 kilos de cocaína, 78.675 euros en efectivo, 4 automóviles y cantidad considerable de útiles relacionados con el tráfico y manipulación de drogas, como balanzas, precintos, teléfonos y cuadernos con notas.

Con esta operación, se da por desmantelada la organización mucho más enfocada y activa dedicada al tráfico de cocaína descubierta en Zaragoza en los últimos años.

Los trece detenidos, con varios antecedentes policiales por hechos de exactamente la misma naturaleza, pasaron predisposición de la autoridad judicial competente, el Juzgado de Instrucción Número Tres, quien dictaminó prisión para diez de los detenidos, quedando tres en independencia con cargos.

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