El Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza ha logrado un hito en la medicina al realizar una histerectomía radical utilizando el robot Da Vinci. Este es el primer caso en el que se utiliza esta tecnología en la especialidad de ginecología, habiéndose realizado previamente 84 intervenciones quirúrgicas de urología y cirugía general. La operación, llevada a cabo por el equipo de Ginecología del hospital, ha sido todo un éxito y la paciente ya ha sido dada de alta, según ha informado el Gobierno de Aragón.
El uso del robot Da Vinci para esta intervención ha sido especialmente beneficioso debido a la dificultad de acceso a la zona a tratar. Gracias a esta tecnología, se ha logrado una visión ampliada y nítida del campo quirúrgico, lo que aumenta la seguridad del procedimiento. Además, los sangrados son mínimos y las cicatrices son casi imperceptibles, lo que reduce el dolor postoperatorio, el uso de analgésicos y el tiempo de recuperación. Todo esto facilita la vuelta a la actividad cotidiana de la paciente.
La instalación del robot Da Vinci en el Miguel Servet se realizó en marzo de este año y desde entonces los profesionales del hospital han estado recibiendo formación para su uso. Hasta ahora, se han realizado con éxito 84 intervenciones de urología y cirugía general utilizando esta tecnología.
Con esta nueva operación, el robot Da Vinci amplía su campo de acción y beneficia a más pacientes. Tanto aquellas mujeres que se encuentran en un proceso oncológico ginecológico como aquellas con problemas benignos que requieren intervenciones quirúrgicas complejas en la misma zona podrán aprovechar los beneficios de esta tecnología. Es importante destacar que el equipo de quirófano contó con la presencia del anestesista Alejandro Gracia-Roche y del equipo de enfermería formado por Begoña Berna, Verónica Santamaría, Sara García, Andrea Mazas y Olga Serrano.
Además, en esta ocasión, el doctor Marc Barahona del Hospital Universitari de Bellvitge, de Hospitalet de Llobregat (Barcelona), brindó apoyo al equipo debido a que esta fue la primera vez que se realiza este tipo de operación en el hospital.
El robot Da Vinci se compone de una consola ergonómica desde la cual el cirujano realiza la operación mientras sus dos asistentes se encuentran junto a la mesa quirúrgica. Junto al paciente se sitúan la torre de visión, que incluye controladores, vídeo, audio y proceso de imagen, y el carro quirúrgico con brazos robóticos controlados desde la consola. Estos brazos robóticos están equipados con las herramientas necesarias para la operación, como bisturís y tijeras.
El robot Da Vinci destaca por su visión ampliada y nítida del campo quirúrgico, su navegación 3D inmersiva, su precisión y la inmovilidad de los brazos robóticos durante la operación. Esto permite un acceso más sencillo a las zonas de difícil alcance y la preservación de las estructuras cercanas a la zona a tratar. En resumen, se trata de una tecnología que beneficia tanto a los profesionales como a los pacientes.
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