La localidad de Cimballa en Zaragoza se encuentra nuevamente comunicada tras las intensas lluvias que provocaron el desbordamiento del río Piedra y la inundación del casco urbano. Gracias a las labores de limpieza de la Diputación Provincial de Zaragoza, la carretera CV-307 que une Cimballa con Nuévalos ha sido reabierta al tráfico.
Por otro lado, la carretera CV-671 que conecta Cimballa con Aldehuela de Liestos sigue cerrada debido a que las lluvias intensas han destruido parte del asfalto de la vía, informó la institución provincial.
El alcalde de Cimballa, Cecilio Eloy Roy, señaló que la noche pasada fue complicada pero que el río ha comenzado a descender y el casco urbano ya no está inundado. Sin embargo, muchas calles y casas están llenas de lodo, además de los daños en los campos de cultivo.
"Ahora es el momento de evaluar los daños una vez que la inundación ha remitido", añadió el alcalde respecto a la situación en Cimballa. Roy mencionó ayer a Europa Press que tras la entrada del agua en algunas calles, todo parecía un mar, algo nunca visto por los residentes más antiguos de la localidad.
El alcalde explicó que el problema no solo fue la cantidad de agua caída en Cimballa durante cuatro días continuos, sino que también el río Piedra recogió las precipitaciones de las tormentas en Molina de Aragín, Guadalajara, a 60 kilómetros de distancia.
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