En Zaragoza, el 8 de noviembre, el consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, José Luis Bancalero, ha dejado claro que la elaboración del nuevo mapa sanitario, el cual se presentará en febrero, no contemplará el cierre de consultorios ni la reducción de la atención en las áreas rurales. Sin embargo, Bancalero ha señalado la posibilidad de priorizar los cuidados de enfermería y fisioterapia en las pequeñas comunidades, en lugar de enviar médicos a zonas con baja demanda.
Esta afirmación fue realizada por el consejero en el marco de una reunión de trabajo con los grupos parlamentarios de las Cortes de Aragón, donde destacó su intención de lograr que el nuevo mapa se apruebe “con el mayor consenso” posible para que tenga una validez a largo plazo. Además, ha enfatizado la importancia de incluir en este proceso a colegios profesionales y sindicatos.
Bancalero detalló que entre las opciones consideradas se encuentra la posibilidad de agrupar zonas básicas de salud o incluso establecer “suprazonas” que mejoren la adaptación de recursos a las realidades territoriales. Este enfoque tiene como objetivo abordar la complejidad del sistema sanitario aragonés, una región marcada por su diversidad geográfica y demográfica.
En su intervención, el consejero también hizo hincapié en que el nuevo modelo sanitario no solo se centrará en la Atención Primaria, sino que abarcará aspectos hospitalarios y soluciones de transporte, como el uso de helicópteros y servicios de emergencia sanitaria. Estas decisiones se fundamentan en variables cruciales como la dispersión de la población, la distancia entre núcleos, el envejecimiento de la población y la prevalencia de enfermedades crónicas.
Un punto esencial en este nuevo planteamiento es la flexibilidad en la asignación de recursos. Bancalero mencionó: “No es igual atender a una población de 50 habitantes que a núcleos más grandes”, resaltando así la necesidad de adaptar la atención a las características específicas de cada localidad.
Además, se ha apostado por priorizar la atención de enfermería o fisioterapia en lugares con escasas tarjetas sanitarias, en vez de mantener consultorios médicos que, según el consejero, están “infrautilizados”. En este sentido, Bancalero rechazó la idea de “desplazar un médico a una población de 50 habitantes cuando a lo mejor no existe ninguna necesidad asistencial, pero sí existe una necesidad de cuidados.” Por lo tanto, propuso que el personal de enfermería sea quien se desplace a esas localidades, mientras que los médicos se concentren en áreas con mayor demanda.
El objetivo final es crear un sistema de salud más eficiente, que incluya la solicitud de cita previa en las zonas rurales, similar al modelo urbano, con el fin de organizar mejor y responder a las necesidades reales del territorio aragonés. “Es vital que esto se haga con el mayor consenso posible, ya que es un asunto que trasciende esta legislatura y está destinado a ser un instrumento duradero para la organización de la asistencia sanitaria”, comentó el consejero.
Bancalero también ha informado que se están llevando a cabo reuniones con organizaciones sindicales y colegios profesionales, así como con otros actores implicados, incluida la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (FAMCP), para fomentar un diálogo constructivo y recabar diversas opiniones.
La necesidad de una actualización del mapa sanitario surge de la imperante adaptación a la realidad geográfica y demográfica de Aragón en el siglo XXI. Esto incluye tener en cuenta los diferentes factores de salud que afectan a la población actual, la evolución de los profesionales sanitarios y la incorporación de nuevos recursos tecnológicos en el sistema de salud.
Es importante recordar que el mapa sanitario de Aragón es un instrumento estratégico fundamental para la planificación y gestión de la salud en la región. Este divide el territorio en demarcaciones geográficas que estructuran el Sistema de Salud de Aragón, asegurando así un acceso equitativo a la atención sanitaria integral y de calidad para todos sus habitantes.
El mapa actualmente vigente fue aprobado mediante el Decreto 130/1986, del 19 de diciembre, y se encuentra organizado en zonas de salud, sectores y áreas sanitarias. En total, abarca ocho sectores sanitarios --Huesca, Barbastro, Calatayud, Zaragoza I, Zaragoza II, Zaragoza III, Teruel y Alcañiz--, los cuales se dividen en 124 zonas de salud, cada una con su equipo de profesionales de Atención Primaria, 118 centros de salud y un total de 827 consultorios locales, algunos de los cuales albergan más de un equipo de atención.
Debido a que el mapa sanitario actual data de 1986 y ha recibido solo cambios puntuales desde entonces, se manifiesta un consenso sobre la necesidad de actualizarlo para ajustarlo a las exigencias y realidades del siglo XXI, tal como argumentan desde el Gobierno autonómico.
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