En Zaragoza, el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, ha expresado su confianza en que la crecida del río Ebro no cause problemas en los municipios de la Comarca Ribera Alta, donde el nivel del agua está aumentando. Azcón ha destacado que, aunque los datos son alentadores, es importante mantener las precauciones al máximo para garantizar la seguridad de la población.
Este jueves, Azcón, junto al jefe de Seguridad y Protección Civil del Gobierno de Aragón, Jorge Crespo, presidió la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI) en Luceni. En este encuentro se activaron los recursos necesarios para monitorear la punta de la crecida en la ribera baja, que se espera para el sábado.
Según los datos proporcionados por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET, Azcón ha señalado que se trata de una crecida común, sin llegar a ser extraordinaria como en años anteriores.
Se espera que el pico del caudal del río Ebro alcance los 1.600 metros cúbicos por segundo en Zaragoza el viernes. Azcón ha comparado este valor con los 3.000 metros cúbicos por segundo registrados durante la crecida de 2021, lo que refleja la naturaleza ordinaria de la situación actual.
A pesar de las lluvias pronosticadas en el norte de Navarra, se prevé que la situación sea menos grave de lo inicialmente anticipado. No obstante, se mantendrán todas las precauciones necesarias para salvaguardar la seguridad de la ciudadanía.
Como medida preventiva, se ha aconsejado la evacuación de algunas urbanizaciones cercanas al río en Zaragoza, Pastriz, El Burgo de Ebro y Villafranca de Ebro. Las autoridades han desplegado equipos de vigilancia y achique de agua para gestionar la situación de emergencia.
El presidente autonómico ha expresado su preocupación por las inundaciones en las zonas agrícolas y ha asegurado que se mantendrá el nivel 2 de emergencia hasta el viernes, cuando se reevaluará la situación. Se tomarán decisiones en función de las necesidades que surjan durante la crecida.
El jefe de Seguridad y Protección Civil del Gobierno de Aragón ha informado sobre daños en infraestructuras viales y rurales debido a la crecida del río Ebro. Carreteras cortadas, campos anegados y otros problemas requieren una respuesta coordinada para minimizar los impactos.
En resumen, las autoridades se mantienen alerta y listas para intervenir en caso de empeoramiento de la situación. Aunque la crecida del río Ebro no se espera que sea excepcional, se continúan las labores de prevención y monitoreo para garantizar la seguridad de la población ante cualquier eventualidad.
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