Crónica Aragón.

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Aragón explora nuevas variedades de olivo para proteger su patrimonio agrícola frente a la extinción del cultivo tradicional.

Aragón explora nuevas variedades de olivo para proteger su patrimonio agrícola frente a la extinción del cultivo tradicional.

ZARAGOZA, 1 de diciembre. En la región de Aragón, la superficie dedicada a olivar ha superado las 50.000 hectáreas, donde destacan las variedades empeltre y arbequina, las cuales conviven con algunas variedades menos comunes como la royal. Sin embargo, el catálogo de estas variedades está en constante evolución, y recientemente se ha logrado la incorporación de 30 nuevas variantes. Este esfuerzo busca preservar el patrimonio genético de estas plantas y "salvarlas" ante la amenaza de extinción del cultivo tradicional.

La identificación de estas 30 nuevas variedades en los últimos cuatro años ha sido el resultado de un meticuloso proceso de prospección que abarcó 96 municipios en todas las provincias de Aragón. Fruto de esta investigación, se ha podido comprobar que estas variedades son únicas y no coinciden con ninguna de las ya catalogadas en el Banco Mundial de Germoplasma, situado en Córdoba, que alberga 750 muestras provenientes de 29 países.

Joaquín Lorenzo, gerente del grupo LEADER Bajo Aragón Matarraña (OMEZYMA), ha expresado su asombro ante el hallazgo de estas 30 nuevas variedades “escondidas” entre la dominante empeltre. Según Lorenzo, esta cifra resulta sorprendente, aunque también comprensible, dado que nunca antes se había realizado una búsqueda de esta magnitud en la región.

Las analíticas genéticas realizadas por el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) han corroborado la “rareza” de estos árboles. Esto abre la puerta a varios años de estudio intensivo para determinar sus aptitudes agronómicas, junto con la evaluación de si sus frutos son más adecuados para el consumo en mesa o para la producción de aceite, así como su resistencia a plagas y enfermedades.

“Sabemos que ya existen y el enfoque ahora se centra en asegurar el potencial genético de estas variedades”, comentó Joaquín Lorenzo en una entrevista con Europa Press. A pesar de ello, el interés por localizar otras variedades “desconocidas” no ha disminuido.

“La búsqueda continúa, especialmente ahora que existe un renovado interés en el sector”, afirmó Lorenzo. Este interés se ve impulsado por el auge de modelos superintensivos de cultivo y la recolección mecánica, que están provocando una preocupante sustitución del olivar tradicional, que se caracteriza por su recolección manual.

“Es probable que en pocos años, estos olivos, que incluyen las nuevas variedades, desaparezcan, dado que se está invirtiendo considerablemente en modelos superintensivos, que ofrecen margen de rentabilidad mayor y se adaptan con eficacia. Por tanto, estamos obligados a preservar los olivares tradicionales y las variedades que hemos descubierto”, explicó Lorenzo.

En términos generales, las nuevas variedades que se han añadido al catálogo aragonés son en su mayoría “muy antiguas”, aunque también hay algunas más recientes producto de la polinización anemófila, es decir, llevada a cabo por el viento. Es relevante mencionar que todas estas variedades han surgido de un proceso natural y espontáneo.

Para detectar estas nuevas variedades, los agricultores han podido observar diferencias en las ramas, hojas y frutos, así como en su producción, en comparación con otras variedades. Dentro de las 30 nuevas variedades encontradas, algunas están representadas por un único ejemplar, mientras que otras cuentan con varios.

Lorenzo subrayó la “diversidad” que estas 30 nuevas incorporaciones aportan al olivar aragonés, en un contexto donde la uniformidad y la industrialización predominan. “Debemos salvaguardar ese potencial genético para aprovecharlo y crear algo diferente”, opinó.

Este estudio ha sido posible gracias a la convocatoria de subvenciones del Gobierno de Aragón en el ámbito de la cooperación para el desarrollo, lo que ha permitido que el CITA colabore en esta importante iniciativa. Joaquín Lorenzo anticipó que “sería muy interesante” solicitar nuevamente estas ayudas para continuar la investigación y obtener un mejor entendimiento de las variedades.

Durante los últimos cuatro años de desarrollo del proyecto, el CITA ha sido responsable de la supervisión científica, mientras que el trabajo práctico ha sido llevado a cabo por los socios de "Olivos de Aragón". Este grupo está compuesto por el grupo LEADER de Campo de Belchite (ADECOBEL), Viveros Mariano Soria, Aceites Lis y Fruticultores de Caspe (AFRUCCAS), además del grupo LEADER Bajo Aragón Matarraña (OMEZYMA).

Entre los objetivos clave del proyecto de cooperación "Olivos de Aragón" se encuentra la prospección y localización de variedades autóctonas de olivo, la geolocalización, caracterización morfológica, toma de muestras e identificación genética de ejemplares seleccionados y muestreados. También se busca la recolección de aceitunas, la extracción de aceite de oliva virgen extra de algunos ejemplares seleccionados y el análisis físico-químico y organoléptico de los aceites extraídos de variedades locales que han sido localizadas y seleccionadas.